VeR

Te mostré un mundo de colores.
Pinté tu cuerpo de mil amores.
Y ahora te vas…
Me enamoré hasta de tu nombre.
Abrazándonos en las canciones,
Y ahora te vas…

El humo en la noche interminable,
transpirando como animales,
Y ahora te vas…
Tu mano pequeña en la mía,
Tu oreja en mi pecho, en armonía,
Y ahora te vas…


//Y ahora que hago yo
con lo que tengo para dar?
Cómo hago para des-amar?
Cómo fue posible
esta dura realidad,
Si hicimos camino al andar?//

Marcado a fuego tus recuerdos.
Las rutas, aviones, y mis sueños,
¿por qué ya no estás?
Los miedos de turno, el monstruo inmenso.
El freno de mano siempre puesto.
¿Por qué ya no estás?

La «Ve» de valor que no tuviste,
«erre» de razón que ya no tengo,
¿Por qué ya no estás?
Se cierra la tapa de este cuento,
y me quedo así de boquiabierto,
¿Por qué ya no estás?

Trascender

Llegó el día menos querido,
el día de fin de ciclo,
El día de las despedidas,
el día que guardaremos toda una vida.

Abrimos nuestra bitácora
para mantener vívidos estos recuerdos.
Pestañeamos ante cada gotita
que, sin permiso, por la mejilla resbala.

Por dónde empezar,
si lo que queremos es no terminar.
Cómo explicar eso que en el pecho late,
que en las manos transpira,
será que a veces es injusta la vida.

Imposible sería enumerar cada evento,
Cada uno de los sucesos.
Recordamos claramente sí,
los temores del comienzo.

Una bebé que llegó tímida,
y en pañales.
Aferrada siempre a nuestras prendas,
en puchero y lagrimeadas,
en la entrada de cada mañana.

La predisposición de Juancito
y su sonrisa eterna.
Nuestras caras de pánico e incertidumbre,
y la calma en las palabras de Mariana.
Las seños con sus abrazos y besos,
La vocación y convicción de un equipo,
que día a día el alma nos alivianaba.

El diccionario dice que Brisa es un viento suave,
que transmite calidez y activa la serotonina.
Más que una Brisa fueron un fuego,
que atravesó nuestras vidas,
pulverizando nuestros miedos.

Gracias por compartirnos
el maravilloso camino de aprender.
Gracias por empaparnos
de eso que en ustedes abunda…
La magia de transcender.

Quién lo diría

Amor, sexo, y risas.
El orden de los factores
no altera el producto,
menos en esta locura,
que marcha bien y a prisa.

Hicimos del vértigo una rutina.
De la pasión, una disciplina.
El que no corre vuela.
El que no ama,
no acepta del camino las espinas.

Es un raconto, una peli.
Mirar hacia atrás con alegría.
Es cerrar los ojos por un momento,
como sentarse a disfrutar una melodía.

Abrazo fuerte cada día.
Los buenos, los malos,
los inciertos.
Revivo cada uno de ellos,
enamorado de tu compañía.

Sigamos en esta ruta sin fín.
Dibujemos sueños,
borremos miedos.
Si al final de cuentas,
es lo que ambos queremos.

Mi compañera de vida,
quién lo diría?
Es que con vos quiero todo.
Lo supiste siempre,
Desde ese primer día.