Argentina, no lo entenderías.

Tuviste el tiempo y la oportunidad.
Obstinado en los obstáculos,
y envalentonándonos en la «lealtad»
te olvidaste de lo primordial.

Razones y circunstancias, en la que te excusas,
te llevaron a ser distante,
a ensimismarte con frialdad.
Se te cayeron las promesas,
y te importó poco, casi con crueldad.

Los sueños de muchos quedaron varados, inmersos en discursos con dualidad.
Hoy a todos nos apremia el tiempo,
nos incomoda esta dura realidad.
Contaminaste el aire con palabras huecas, con sonrisas fáciles de dibujar.

Garabateando esperanzas te despides,
mientras atrás tuyo quedan almas
aplastadas por tu hostilidad.
Cuántas manos dejas vacías?
A qué precio y en qué moneda se cotiza tu avaricia?

Disfrazados en la nobleza de la democracia, perfumados por los intereses de unos pocos nos dejarán.
Dicen que la historia es quien los juzga,
Pero quién nos rescata de esta basura?
Quién será capaz de acabar con esta locura?

Una luz en la bitácora

Suena esa melodía triste que abre la bitácora de mil recuerdos.
Una luz sale de ella, que brilla y soslaya la pesadumbre de mi alma.
Me quedo pasmado, detenido en el tiempo.
Sin ganas, sin aliento, confundido, mientras se enciende un film que pasa lento.

Te vas y yo lo siento,
Vuelves, pero sólo por dentro.

Un nudo que detesto y no me explica,
entre tanto grito y llanto atragantado.
La sonrisa diaria, el abrazo sentido,
el silencio noble, mi consejera de aguda voz.
Te extraño y se hace fuerte la angustia,
que se encarna como uña, que lastima
y repetidamente sangra.

Te vas y yo lo siento,
Vuelves, pero sólo por dentro.